Tributo de Kuma a Takada, Japón en el centro de París

Tributo de Kuma a Takada, Japón en el centro de París

En el distrito Parisino de la Bastilla se encuentra esta casa, originalmente diseñada por el famoso diseñador de moda Kenzo Takada, hace más de treinta años. Ubicada en el patio interior de un edificio de apartamentos del siglo XVII, esta vivienda de cuatro pisos y alrededor de 1.300 metros cuadrados, se construyó íntegramente con materiales traídos de Japón y tardó casi siete años en completarse.

En el gran oasis interior convivían el estilo oriental japonés y el estilo moderno europeo. Sin embargo, en algunos puntos de la casa, el interior de la vivienda era puramente japonés. Disponía, por ejemplo, de un ala con una sala tradicional para la ceremonia del té, con suelos de tatami y puertas correderas “shoji” forradas de papel.

Hace algo más de una década, el diseñador decidió subastar parte de su patrimonio y mudarse a un apartamento más pequeño en la margen izquierda del Sena. Recientemente, una familia francesa adquirió la vivienda y pidió al gran arquitecto Kengo Kuma que fuese el encargada de infundir en ella una nueva identidad.

Al visitar la vivienda por primera vez, Kengo Kuma pudo sentir el espíritu de Kenzo en cada parte del edificio. Tanto él como sus clientes estuvieron de acuerdo en la importancia de mantenerse fiel a las intenciones originales del diseñador. "Mi idea era mantener la visión estética de Kenzo, ver la casa como un puente entre Japón y Occidente", explica Kuma.

El exterior de la casa, revestido de cedro fue lavado a presión, tratado y reparado minuciosamente. Se eliminó la piscina de entrenamiento interior, que estaba separada de la sala de estar por una columnata bastante torpe. Ésta se sustituyó por una terraza construida con madera de cedro y vidrio, abierta hacia el patio interior.

Los materiales nobles como la madera, la piedra y el yeso, con base de tierra, aplicados por artesanos de Japón, se utilizaron para aportar calidez y textura a los interiores. Los altos tablones de roble francés, con sus cantos naturales, se utilizaron como una pantalla de persianas verticales entre la sala de estar y el comedor elevado, donde un par de los mismos tablones sirven como mesa de comedor. Las vigas de roble vistas que cubren el espacio de doble altura también son de roble, al igual que el suelo.

La mayoría de los cambios son sutiles, pero han aportado una sensación de mayor limpieza y modernidad al interior, como por ejemplo la escalera flotante de madera que conecta el primer y segundo nivel, o los finos marcos de aluminio en las puertas correderas a la nueva terraza.

Kuma se asoció con un arquitecto local, Loïk Corre, de Atelier Kiol, que había trabajado estrechamente con Kenzo en la casa original y cuyo conocimiento resultó ser imprescindible. Por ejemplo, Corre aconsejó que la pintura verde pálida que cubre algunos techos y paredes se reemplazara con el tono preferido de Kenzo, el blanco puro.

El jardín japonés necesitaba muy poco trabajo. Se reemplazó una cubierta de madera con travertino de Italia y se instalaron losas de roble macizo como bancos. Del mismo modo, la parte de la casa con piso de tatami también fue renovada, quedando intacto su aspecto original.

Para el equipamiento, Kuma eligió algunos muebles clave, como un hermoso juego de sillas Hans Wegner Wishbone en roble para el comedor y un sofá y alfombra de Walter Knoll para la sala de estar. Cuando las vistas son tan buenas, no necesitas mucho adentro.

Fuente fotográfica principal: www.interiordeign.net

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