Shigeru Ban, Ingenio y Humanitarismo

Shigeru Ban, Ingenio y Humanitarismo

La obra de Shigeru Ban discurre entre varias dualidades: la dualidad entre lo efímero y lo permanente, o la referente a lo industrializado y lo artesanal. Dando como resultado una arquitectura que expresa al tiempo solidez y ligereza, vanguardia técnica y manufactura tradicional.

El arquitecto nipón, que nació en Tokio en 1957 (65 años), creció en un hogar en constante transformación debido a la profesión que ejercía su madre. Esta era diseñadora de moda y debido a las continuas demandas de ampliación de espacio que requería su taller, situado en la vivienda familiar, la infancia de nuestro protagonista estuvo marcada por el trabajo que los carpinteros realizaban en esta edificación “mutante” de estructura de madera.

De esta curiosa vivencia familiar derivarían dos de los grandes conceptos sobre los que desarrollaría su actividad como arquitecto: la concepción de lo efímero y la versatilidad de las técnicas de la carpintería en la construcción.

Desde sus primeros años como arquitecto, Shigeru comienza a investigar y experimentar con sistemas constructivos industrializados por medio de tubos de cartón y conectores de madera. En un primer momento, una serie de encargos privados le permiten poner en práctica sus primeras obras de estas características.

Consciente de sus bondades, debido a que se trata de un sistema constructivo con un bajo coste económico, mínimo impacto ambiental, fácil montaje y reciclable prácticamente en su totalidad; y de la mano con las inquietudes humanitarias, el arquitecto comienza a aplicar dichas nociones adquiridas mediante la experimentación, a la creación de toda una serie de arquitecturas de emergencia en diversas catástrofes humanitarias alrededor del mundo en los años 90. Las creaciones iban desde meros sistemas de compartimentación para pabellones o tiendas de campaña, hasta iglesias provisionales.

Este tipo de actuaciones le confirieron todo un estatus en el panorama arquitectónico y cultural del momento y esto provocó la llegada de nuevos encargos de una envergadura y visibilidad aun mayores de entre los que se pueden destacar el Pabellón de Japón de la Expo de Hannover o El Museo Nómada. En estas obras el sistema de elementos portantes de cartón se lleva a una escala y dimensiones hasta ese momento impensables. Para ello Shigeru hace colaborar dichos tubos con otros elementos estructurales como son el acero en diversos formatos o las celosías de madera.

Desde entonces, la lluvia en encargos de toda índole no ha dejado de caer en su estudio y la lista de proyectos llevados a cabo en el mismo es interminable, sin embargo, se puede hablar de una serie de constantes en su trabajo como son tanto la innovación en sistemas constructivos de madera y papel, como su ineludible compromiso con las cuestiones humanitarias. Este compromiso con el medio ambiente y con la sociedad llevó a que Shigeru fuera bautizado como el “Arquitecto Activista”. En 2014 recibiría el reconocimiento con mayor prestigio a nivel arquitectónico: el Premio Pritzker.

El pasado 2022, recibió el Premio Princesa de Asturias a la Concordia, por su implicación con los refugiados en Ucrania, así como reconocimiento a toda una trayectoria humanitaria. En España contamos con una obra del arquitecto japonés en la sede del Instituto de Empresa en Madrid. Se trata de un pequeño pabellón de actos ejecutado por medio de su seña de identidad, los tubos de cartón, con uniones de madera y tirantes de acero.

Créditos fotográficos: Roland Halbe, Michael Moran, Fernando Guerra, Stephen Goodenough, Shigeru Ban Architects

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