Verne recibe el segundo premio:

Verne recibe el segundo premio: "Bulthaup. La cocina como espacio vital"

El pasado lunes 23 de enero, tuvo lugar la entrega del premio anual que organiza Bulthaup Iberia: "La cocina como espacio vital". En esta ocasión, Verne tuvo el placer de recibir el segundo premio por la cocina que diseñó para la Casa Campo.

Antes de escribir más palabras sobre nuestro proyecto, o sobre la ceremonia de entrega, se antoja necesario dar nuestra más sincera enhorabuena al equipo ganador del primer premio: Sauras Garriga. Igualmente, al equipo que recibió el tercer premio: Francesc Rifé Studio. Y también, pretendemos dar las gracias al equipo organizador de Bulthaup Iberia, a los miembros del jurado: Coll-Leclerc, Costa Lopes, Joan Busquets, Usue Cía, Caterina Masferrer e Iván Cuní. Además, debemos agradecer del mismo modo el trabajo del Bulthaup Partner con quien diseñamos y elaboramos la cocina: Sagaseta - Bulthaup Pamplona.

La entrega de premios tuvo lugar en la sede de Bulthaup Iberia, y a ella asistieron el equipo ganador, Sauras Garriga, los miembros del jurado, el personal de Bulthaup Iberia, y Víctor Larripa en representación de Verne Arquitectura. El acto, tan agradable como todos los eventos que organiza Bulthaup, consistió en una explicación por parte del jurado de los puntos fuertes y débiles de cada proyecto premiado; en la entrega de los premios en sí; y, finalmente, en una placentera comida cocinada in situ y en el momento, allí mismo.

Concretamente, la cocina diseñada por VERNE que ha sido objeto del premio es la cocina de la Casa Campo, una reforma integral de una vivienda situada en un edificio de los años 70, en el centro de Pamplona. Cabe señalar como cuestión singular de la cocina, que esta se diseña y ejecuta “recuperando” parte de los muebles Bulthaup que el propietario ya tenía en una vivienda previa del año 2010.

Así, el diseño supuso una suerte de “rompecabezas” para, por un lado, encajar la mayor parte de piezas de la cocina antigua; y para, por otro lado, adaptar el conjunto a un espacio complejo y con pre-existencias. La configuración de la cocina antigua (frentes blancos, protagonismo de los tiradores, costados metálicos...) lógicamente condicionó el diseño de la nueva intervención. Incluso, los materiales del resto de la vivienda se adaptaron para responder con coherencia a las condiciones que “imponían” los elementos recuperados.

La cocina ostenta un papel central en el proyecto, dado que se emplaza junto al salón y al comedor, constituyendo todo ello un espacio abierto. La muebles de cocina, además, se adaptan al espacio ocultando elementos como pilares o bajantes pre-existentes; y generando huecos -bien de paso o bien de vistas- entre los distintos espacios. Quizá sean la cocina y el comedor los espacios más singulares del proyecto. Ambos quedan directamente conectados con el salón; una gran “ventana” relaciona la zona de trabajo con el salón y permite que, desde aquel, existan vistas cruzadas al paisaje verde. La “ventana” surge en el proceso como un modo de incoporarar de manera funcional e inteligente unos armarios bajos que formaban parte de la antigua cocina Bulthaup del propietario. Creando, no sólo una superficie de uso muy útil para el comedor, sino un gran hueco que relaciona distintos ámbitos.

Blancos y abstractos, los muebles Bulthaup dialogan con el mármol de la mesa Tulip y la madera de roble en suelos y en las sillas CH24. El revestimiento cerámico del frente de cocina, con una textura sedosa y beige, suaviza la entrada de luz. Los tiradores y cantos en aluminio añoaden un punto de distinción al conjunto.

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